De esas cosas que le pasan a uno y ya ni se pregunta porqué

Todo lo que él me decía, yo se lo refutaba. Me quedaba claro que en su posición de "hombre" no se da cuenta que las mujeres no somos iguales. Las hay de diferentes calibres. Al final y como colofón le dije: "lo único que te puedo prometer es que hoy no me voy a enamorar de ti. Tal vez mañana tampoco... no puedo mirar más allá"... Luego me limpié mis nalgas, bajé la palanca del depósito del baño y sonreí... Mi interlocutor se esfumó porque mi mente reparó en un barrito que me salió en la mejilla.

Cuando terminé con el que sería mi siguiente ex me propuse tener una relación estable. No cedería. En verdad quería darle estabilidad a mi vida emocional. Rechacé algunos lances y me mantuve firme por espacio cercano a un año... pero no pude más y volví a las andadas. Ahí violé dos normas (no relaciones, no casados). Luego conocí al primer músico. Super me dije yo, aprenderé mucho de él. Naaaa, pero han sido tardes-noches muy ricas. Luego uno más, también músico. Algo más reciente. Noche de locos, el amanecer aún más. Sentada a la mesa entre amables desconocidos. Muy discretos, pasándonos las tortillas y comiendo un delicioso huevo con frijoles refritos. Muy picosos.

¿Y las promesas? ¿Y las intenciones de mejora emocional? Hay un seudonovio del que sólo tengo conciencia en mensajes de texto.. y como dicen los Tacvbos.. "si no me hubieras dejado esa noche..." Cuánta razón tenían los Tacvbos.

Ya no haré promesas, me limitaré a asombrarme por esas cosas que pasan y que me pasan...

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