5 consejos para ser un buen mesero

Como ya comenté en la publicación anterior, en este mismo espacio, hice con mi familia un viaje a Yucatán, y en éste me di la oportunidad de analizar cómo estamos en atención a clientes en algunos restaurantes.

Antes veamos unos datos sobre el impacto de este sector en la economía estatal. La participación del PIB turístico es de 8.7%, de acuerdo con el INEGI, y dentro de éste, el sector de restaurantes, bares y centros nocturnos aporta 10.5 por ciento. El Censo Económico del 2014 indica que hay 10,336 unidades económicas de preparación de alimentos­, poco más del 10% de los 98,478 establecimientos que hay en la entidad.

Esto también implica que 9 de cada 10 unidades económicas del rubro de hoteles y restaurantes, son de preparación de alimentos y bebidas, es decir, restaurantes. Cabe mencionar que esta industria también aporta ocho de cada 10 empleos en ese rubro. 

Un dato revelador: los establecimientos de comida rápida representan 86.3% del total de las unidades, contra 2.4% de los restaurantes de servicio completo.  Mérida, Puerto Progreso y Valladolid concentran el mayor número de personal en el segmento de hoteles y restaurantes.

Consejos que te harán cambiar de actitud

-Conoce tu menú, no importa la hora del día. El comensal no tiene por qué ser adivino. Si pide algo del menú, espera que se lo traigan y no que cinco o 10 minutos después el mesero le diga que ya no tienen ese platillo. Peor aún, que lo traigan y poco después venga con que hubo un error, que ese alimento ¡está echado a perder! (Lo juro, así nos pasó).

-Haz de la comida un placer, no un suplicio. Suele pasar que comes un platillo en una ciudad o estado diferente a donde te encuentras, y cuando pides éste esperas ver una presentación o consistencia similar a la que ya conoces. Si te van a sorprender que sea para bien. Sé muy poco de gastronomía, pero una crema de espárragos no tiene porqué parecer requesón, masticar un pedazo de langosta no tiene que ser un dolor de muelas.

-Gánate la propina, no la pidas. Siempre se agradece una buena charla en la mesa, pero no siempre la del mesero que te está contando quién deja propina y quiénes no. La intención a todas luces es que estés del bando de los que sí dejan.  

-Mejora tu servicio, no te victimices. Esto va ligado al punto anterior. Cierto es que la industria restaurantera no está entre aquellas con los mejores salarios, muchas veces la propina se reparte entre el personal, pero ¡qué culpa tiene el cliente de esto! Contar cómo tienen que repartirse los 10 pesos que les dejan de propina hace pensar en el mal servicio que dan, peor aun cuando hay que buscarlos para que atiendan la mesa. (Sí, también nos pasó).

-No te hagas el gracioso con el cliente. Si has tenido un día pesado o aburrido, sal a la parte trasera del restaurante, fúmate un cigarro o grítale a las arañas, pero evita pasarte de listo con los clientes con alguna broma de mal gusto “sólo para ver cómo reacciona”.



Durante ocho días estuvimos en Mérida, Izamal y Valladolid y sus alrededores. Estuvimos en fondas y restaurantes. En algunos el servicio fue de bueno a muy bueno, en otros como en LeSaint Bonnet, de Puerto Progreso, fue una experiencia que hace una obligación el escribir este post.

Y como creo en la capacitación y que la tecnología pone ésta al alcance de todos, le dejo algunas páginas que ayudarán a los meseros a ser más profesionales:

-Mero Mole: Blog
-Fundación Carlos Slim. Capacítate como mesero. 

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